sábado, 12 de diciembre de 2009

Violencia contra las mujeres, la violencia más cobarde

Ante la escala de violencia contra las mujeres: ¿de que sirven las medidas tomadas por la administración, si por otro lado se fomentan comportamientos que van en contra de la libertad del individuo?, ¿Por que en lugar de crear vínculos de independencia y libertad se crean vinculaos de dependencia y sumisión?

La educación en la igualdad de sexos no sirve si la religión y el Estado sientan cátedra sobre el matrimonio, cuyos antecedentes vienen demostrando que crean desigualdad, al hacer de ello, una unidad “indivisible” por medio de un contrato con un juez o con un cura; “lo que ha unido Dios no lo separe el hombre”. La exaltación del enamoramiento y la ilusión de un futuro en común, han producido desgracias horrorosas. Prometer “amor eterno”, sentenciar “hasta que la muerte os separe”, el adoctrinamientos de los niños y niñas desde su mas tierna infancia con los cuentos de la llegada del príncipe azul, la dama rescatada del villano, “y fueron felices y comieron perdices”, adoctrinamiento que no cesa en la adolescencia y juventud: el 95% de las canciones tienen el esquema “sin ti, vivir no puedo”, y no solo el cine rosa o la prensa amarilla de “la boda maravillosa” si no la mayor parte de todo el cine restante adoctrinan sobre la “pasión sin fin” o por su otra vertiente evasiva “venganza sin fin” (mas 90% de las películas y series tienen como fondo la venganza en forma violenta o emocional) para que los ciudadanos tengan una cuidada formación en las mil y una formas violentas o agresivas para solucionar sus momentos de crisis.

Nadie esta libre de ser un presunto agresor, si no nos conocemos a nosotros mismos “el asesinato de una mujer por su compañero sentimental especializado en la lucha contra violencia de género” es demostrativo de ello. El adoctrinamiento sobre la visión idílica de la pareja, pero del nulo conocimiento de las pasiones humanas que desembocan en la violenta realidad de millones de mujeres, que al establecer una relación con el hombre pasan a formar parte de sus posesiones. Una declaración de amor o una boda son en muchos casos la sentencia de muerte o los malos tratos, ya que al formar pareja cada uno pierde su independencia, y consciente o inconscientemente entra el sentimiento de pertenencia, de propiedad. Si esa propiedad colma las expectativas, será un matrimonio “feliz”, si no, puede venir la separación, pasar una vida aguantándose, de malos tratos o acabar en asesinato.

Violencia como vía de escape, en una sociedad donde predomina y se promueve la competitividad, el poder y la posesión material, que ejerce su presión psicológica sobre sus seguidores en forma de envidia, lujo, celos, dinero, éxito, codicia, etc. Y así, el penoso espectáculo del pobre hombre que ejerce su poder emulando a los “grandes hombres”: políticos sobre ciudadanos, generales sobre soldados, empresarios sobre trabajadores, banqueros sobre hipotecados, clero sobre creyentes, explotados sobre explotadores, pero el maltratador solo alcanza a ejercer su poder y someter a su voluntad a mujeres e hijos con violencia y miedo. Drama de los que se sienten perdedores y no alcanzan su objetivos, con el fatal desenlace que: después de ser despedido, después de no pasar la oposición, después de no poder pagar la hipoteca, después de no aprobar la licenciatura, después del fracaso matrimonial o amoroso, o por motivos tan banales como el fracaso del equipo de fútbol; la autoestima se va por los suelos y al no saber asumir su frustración, se desmorona el carácter y la ética del hombre, que lanzando su ira contra el mundo, busca un sistema de evasión o de venganza, evasión en muchos casos con la droga o el alcohol, y otras con venganza ¡pobre venganza! contra quien no tiene culpa, la venganza más cobarde, contra el más débil, no contra el más fuerte, porque el perdedor, en lugar de enfrentarse contra quien genera tan bajas pasiones para obtener poder o dividir a la sociedad explotados y explotadores… se dedica a ensañarse violentamente contra mujeres y niños. Así, el maltratador es por definición: un cobarde enfermo al que el estado le da carnaza mediante las mermas del sistema educativo y cultural para satisfacer su patología.

“Las mujeres y los hombres no pertenecen a nadie. A las personas se las debe amar por lo que ellas aman, no por lo que a nosotros nos gustaría que amasen. No nos bebemos sentir frustrados si nuestra pareja en algún momento deja de amarnos, o ama a otro. Si realmente quieres aquella persona, te alegraras por ella, de otro modo es que no la amas a ella, sino a la idea que te has formado de ella. Porque, en realidad de quien has estado enamorado durante todo este tiempo es de ti mismo y has proyectado sobre la otra persona una idea irreal que solo esta en tu pensamiento. Todo ser humano tienes defectos y virtudes el enamoramiento es un tónico ideal para exaltar las virtudes y un somnífero para los defectos”. Atte

Toni “Es Fusté”

acanaves@ono.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario