sábado, 13 de marzo de 2010

Hay que concebir un nuevo ciudadano

Es una actitud muy común, en todas las épocas de la historia, el achacar a otros el origen de nuestros males. Es verdad que es más común ver esto desde el gobierno norteamericano que en el europeo, pero no nos quedamos atrás en rehuir de una perspectiva más cercana a la realidad. Es innegable. Pero el verdadero enemigo, el origen de nuestra crisis, el inicio de nuestros males está dentro de nuestras propias instituciones.

Esta idea tampoco es nueva. Pero sí lo viene siendo la toma de conciencia colectiva por la sociedad globalizada. Porque lo que ha traído la mentada globalización es un conocimiento de las estrategias de toda índole, que antes se gestionaban y se vendían como alianzas o traiciones. Y hoy nos damos cuenta, sobre todo por la facilidad de las comunicaciones, que casi todo viene derivado desde el desarrollo de los sistemas económicos y las consecuencias del crecimiento del estado de bienestar.

Por ese motivo se hace difícil el intentar orientar la atención hacia distintos puntos que no son el origen. Es verdad que existe una recesión global. Pero también lo es que el origen es la mala gestión, principalmente ética, de los recursos. Es verdad también que la verdadera globalización ha sido de las corporaciones. Las multinacionales han ido ganando terreno incluso en estamentos tradicionales. Pero la verdadera crisis está en los componentes de las instituciones. Los individuos. Cualquiera. Sea funcionario profesional, vocacional o circunstancial.

El individuo es el factor erróneo en la fórmula. Se siente miembro integrante de un sistema, mas no artífice ni protagonista. El ciudadano, como a finales del XIX, tiende a someterse en y al sistema como a una autoridad. Por mucha cultura no llega mas que a vivir en conformidad con lo que le dispone la sociedad, es decir, lo socialmente normal.

Este “conformismo compulsivo automático” es el sintoma contemporaneo de nuestro sistema democrático. Y es producto natural de nuestra educación. Es el punto de evolución social en el que nos hemos estancado. Es el valor individual que hemos conseguido.

El siguiente paso evolutivo es facil de ver. Es más, llevamos años topándonos y sufriéndolo. Otra educación. Para lograr otro individuo.


Pablo Mora
jackmcampos@gmail.com