Antonio Zamora
zamora@gawab.com
Blog de pensamiento y publicación libre.
¿Qué es
Si de verdad queremos entrar en
Ante la escala de violencia contra las mujeres: ¿de que sirven las medidas tomadas por la administración, si por otro lado se fomentan comportamientos que van en contra de la libertad del individuo?, ¿Por que en lugar de crear vínculos de independencia y libertad se crean vinculaos de dependencia y sumisión?
La educación en la igualdad de sexos no sirve si la religión y el Estado sientan cátedra sobre el matrimonio, cuyos antecedentes vienen demostrando que crean desigualdad, al hacer de ello, una unidad “indivisible” por medio de un contrato con un juez o con un cura; “lo que ha unido Dios no lo separe el hombre”. La exaltación del enamoramiento y la ilusión de un futuro en común, han producido desgracias horrorosas. Prometer “amor eterno”, sentenciar “hasta que la muerte os separe”, el adoctrinamientos de los niños y niñas desde su mas tierna infancia con los cuentos de la llegada del príncipe azul, la dama rescatada del villano, “y fueron felices y comieron perdices”, adoctrinamiento que no cesa en la adolescencia y juventud: el 95% de las canciones tienen el esquema “sin ti, vivir no puedo”, y no solo el cine rosa o la prensa amarilla de “la boda maravillosa” si no la mayor parte de todo el cine restante adoctrinan sobre la “pasión sin fin” o por su otra vertiente evasiva “venganza sin fin” (mas 90% de las películas y series tienen como fondo la venganza en forma violenta o emocional) para que los ciudadanos tengan una cuidada formación en las mil y una formas violentas o agresivas para solucionar sus momentos de crisis.
Nadie esta libre de ser un presunto agresor, si no nos conocemos a nosotros mismos “el asesinato de una mujer por su compañero sentimental especializado en la lucha contra violencia de género” es demostrativo de ello. El adoctrinamiento sobre la visión idílica de la pareja, pero del nulo conocimiento de las pasiones humanas que desembocan en la violenta realidad de millones de mujeres, que al establecer una relación con el hombre pasan a formar parte de sus posesiones. Una declaración de amor o una boda son en muchos casos la sentencia de muerte o los malos tratos, ya que al formar pareja cada uno pierde su independencia, y consciente o inconscientemente entra el sentimiento de pertenencia, de propiedad. Si esa propiedad colma las expectativas, será un matrimonio “feliz”, si no, puede venir la separación, pasar una vida aguantándose, de malos tratos o acabar en asesinato.
Violencia como vía de escape, en una sociedad donde predomina y se promueve la competitividad, el poder y la posesión material, que ejerce su presión psicológica sobre sus seguidores en forma de envidia, lujo, celos, dinero, éxito, codicia, etc. Y así, el penoso espectáculo del pobre hombre que ejerce su poder emulando a los “grandes hombres”: políticos sobre ciudadanos, generales sobre soldados, empresarios sobre trabajadores, banqueros sobre hipotecados, clero sobre creyentes, explotados sobre explotadores, pero el maltratador solo alcanza a ejercer su poder y someter a su voluntad a mujeres e hijos con violencia y miedo. Drama de los que se sienten perdedores y no alcanzan su objetivos, con el fatal desenlace que: después de ser despedido, después de no pasar la oposición, después de no poder pagar la hipoteca, después de no aprobar la licenciatura, después del fracaso matrimonial o amoroso, o por motivos tan banales como el fracaso del equipo de fútbol; la autoestima se va por los suelos y al no saber asumir su frustración, se desmorona el carácter y la ética del hombre, que lanzando su ira contra el mundo, busca un sistema de evasión o de venganza, evasión en muchos casos con la droga o el alcohol, y otras con venganza ¡pobre venganza! contra quien no tiene culpa, la venganza más cobarde, contra el más débil, no contra el más fuerte, porque el perdedor, en lugar de enfrentarse contra quien genera tan bajas pasiones para obtener poder o dividir a la sociedad explotados y explotadores… se dedica a ensañarse violentamente contra mujeres y niños. Así, el maltratador es por definición: un cobarde enfermo al que el estado le da carnaza mediante las mermas del sistema educativo y cultural para satisfacer su patología.
“Las mujeres y los hombres no pertenecen a nadie. A las personas se las debe amar por lo que ellas aman, no por lo que a nosotros nos gustaría que amasen. No nos bebemos sentir frustrados si nuestra pareja en algún momento deja de amarnos, o ama a otro. Si realmente quieres aquella persona, te alegraras por ella, de otro modo es que no la amas a ella, sino a la idea que te has formado de ella. Porque, en realidad de quien has estado enamorado durante todo este tiempo es de ti mismo y has proyectado sobre la otra persona una idea irreal que solo esta en tu pensamiento. Todo ser humano tienes defectos y virtudes el enamoramiento es un tónico ideal para exaltar las virtudes y un somnífero para los defectos”. Atte
Toni “Es Fusté”
acanaves@ono.com
Aunque muchos sectores de la población tengan economías de subsistencia, quienes nos gobiernan dicen que la tendencia generalizada es llegar a una sociedad del bienestar en la que todos tengamos cabida. Sin embargo, dentro de la sociedad del bienestar se crean ciertos hábitos y conductas generadores de patologías que degradan nuestra calidad de vida. Una de las más graves es el síndrome de la competencia; algo que ha contagiado todos los aspectos de nuestra vida. Utilizada como la más inocente de las palabras, por políticos, empresarios, banqueros y economistas; como la clave para llevar a buen rumbo el país. El germen de la competitividad provoca, que la gente en lugar de vivir cada día más tranquila, viva en un estado de ansiedad permanente.
Hay que competir constantemente y contra todos: hay que competir con otros opositores por obtener un empleo; competir por conservar ese empleo, hay que reciclarse continuamente y hacer más y mas cursos de formación para no quedarse desfasado y otro te arrebate el puesto de trabajo; competir y trabajar mucho para que la empresa donde trabajas no quiebre y te vuelvas a quedar en el paro; competir y tratar de destacar sobre los demás para que te suban el sueldo y ocupar los mejores cargos. Competir por tu aspecto físico para que te den un buen empleo o competir por ser atractivo o seductor no solo ante el sexo opuesto, si no con los del mismo sexo, lo que te hace ser un esclavo de gimnasios, polideportivos, centros de estética, peluquerías, centros de dietética y herboristerías, saunas, etc. Competir con otros estudiantes por una carrera universitaria.
Todo ello crea una ingente masa de gente frustrada que no alcanza el perfil adecuado para el empleo, para el préstamo hipotecario, o el cuerpo danone, pero que dicha frustración llena los gabinetes de psicólogos, psiquiatras, echadores de cartas, videntes, bingos, locales de maquinas tragaperras, grandes almacenes y bares donde diluir la frustración entre copa y copa, o raya y raya. Competir para encontrar un piso de alquiler que no te arruine; competir para que te concedan una vivienda de protección oficial; competir por llegar a tener el piso, adosado, chalet o casa más grande y cara que el vecino; vecino que se pasa el día de atasco en atasco desplazándose de un lugar a otro para comprar lo ultimo en enseres de moda con que adornar la guarida, y al llegar a casa sentirse de nuevo frustrado porque las obras de reformas de la casa nunca terminan, y al tratar de evadirse delante la televisión te restriegan por los morros lo desgraciado que eres, porque todavía hay casas o coches mejores que los tuyos, y de nuevo te vuelves a sentir frustrado e insatisfecho por lo que vas a tener que recoger las energías del suelo, para que al día siguiente bien temprano, tengas que volver a competir con nuevos bríos para alcanzar aquellas metas que solo están en el futuro, es decir fuera de la realidad, y así, con las prisas presa de la maldición de la competitividad puedes pasar a engrosar la lista de fallecidos por la principal causa de mortalidad en los países desarrollados: los infartos y ataques al corazón. Pero no nos debemos alarmar, porque el Ministerio de Sanidad vela por nuestra salud compitiendo para servirnos mejor, por eso es uno de los gremios donde hay mas bajas por depresiones. Pero no, no esta el Ministerio de Sanidad y Bienestar Social por erradicar el cáncer de la competitividad, sino para medicar sus efectos, y así, la mitad de su presupuesto se va en recetar, tranquilizantes, ansiolíticos, antidepresivos y demás drogas para calmar la insatisfacción, el estrés, la frustración, la ansiedad, la depresión o la neurosis. Entre tanto, para no arruinar a la industria farmacéutica, desde los púlpitos del poder se preocupan fervientemente de ampliar los mercados de la frustración con la receta de “hemos de ser más competitivos y crecer más en todos los mercados, nacionales e internacionales como única vía de contribuir al progreso y al desarrollo, sino estamos abocados al desastre” a fin, de que ni Dios pueda vivir tranquilo y en paz. No hay nada bueno que esconda esta palabra tras la boca del poder: la codicia, el egoísmo, la avaricia, la ostentación, el afán de lucro y maximizar los beneficios, son el único soporte de esta condena a la degenerada competitividad y que solo contribuye a perpetuar las diferencias entre ricos y pobres, ya que en una competición solo hay un ganador, el resto son perdedores, se entiende así porque las 280 personas mas ricas del mundo poseen el 40% de la riqueza mundial. Están enfermos, su patología les impide ver que “No es más feliz aquel que mas posee, sino aquel que menos necesita” Atte.
Toni “Es Fusté”
acanaves@ono.com
La implantación de carriles bici y el uso de la bicicleta ha levantado todo tipo de quejas entre numerosos vecinos y comerciantes: ¡que si quitan plazas de aparcamiento!, ¡que se podrían gastar ese dinero en cosas mas útiles!, ¡que si van sobre las aceras!, ¡que si son un peligro para los peatones!, etc. Al conjunto de los ciclistas urbanos se nos trata de intolerantes, incívicos y egoístas que solo miramos por nosotros, como si cada uno de nosotros fuésemos responsables de las acciones de los otros. Entendámonos; como en todos los gremios hay personas asociales, pero lo que no es admisible y proporcional es el ensañamiento y rabia contra este colectivo. Os imagináis por un momento, si las bicicletas en nuestro país, cada año matasen a mas 3.000 personas... posiblemente habría una guerra civil, se exigiría la eliminación de los carriles bici, el linchamiento de los ciclistas, un guardia armado detrás de cada bicicleta, etc. Sin embargo la realidad es mucho más cruel: el coche mata en nuestro país, un promedio de 10 personas cada día, por cada muerto deja 20 lesionados, los accidentes de tráfico ocasionan a la sanidad pública un coste del 2% del PIB. Los coches registran mas de 8 millones de multas cada año, debido a 8 millones de infracciones registradas, ¡ni hablar de las que no se registran, ni se multan que son infinitas! Y siendo tan evidente y sangrante su peligro y gravedad ¿porque no hay ningún foro que plantee la eliminación del coche, carreteras, autopistas? ¿Porque ningún foro trata a los conductores de insolidarios, intolerantes, incívicos, adoctrinados, asesinos de niños, ancianos, bebes, embarazadas, abortistas? El coche es la principal causa de muerte entre jóvenes menores de 30 años. Hace falta un proceso muy metódico de lavado de cerebro para criticar la bicicleta o el carril bici y que el coche no levante la más mínima sospecha. Y eso se ha conseguido, gracias al bombardeo incesante durante los últimos sesenta años de la publicidad (uno de cada tres anuncios son coches) encumbrando al coche como el artífice del progreso y bienestar de la sociedad, ocultando su lado oscuro: la entrada de China en este "maravilloso" sistema de transporte, ya se lleva cada año por delante la vida de 120.000 chinos que veían en el coche "el objeto de sus deseos". Masacre que de año en año va en aumento. A nivel mundial, la mortalidad provocada por el automóvil superaba las 1.300.000 muertes. Para entender el volumen de la tragedia: los conflictos armados solo producen el 10% de esas muertes.
Estamos sometidos a la tiranía del automóvil y eso se ve en que todas las calles están atiborradas de ellos, no hay una ocupación democrática de la calle. Ya que de ser democrática, se tendría que reservar y dividir a partes iguales el mismo espacio de la calle para la circulación de peatones, ciclistas, transporte público y coches. En psicología el coche representa un símbolo fálico, un símbolo de poder que amplia el ego del hombre al tamaño de su automóvil. Hace falta darle un encuadre más objetivo y hacerlo entrar en la historia, como el arma de matar personas mas efectiva nunca inventada por el hombre.
Felices las ciudades para peatones y bicicletas, y las que en ellos montan, porque ellos verán transformarse las ciudades en lugares de convivencia.
Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que…
1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.