lunes, 30 de noviembre de 2009

LA GUERRA POR EL ESTATUT


Ahora que desde estamentos catalanes muestran airados su postura por el futurible resultado del constitucional, recuerdo la permisiva actitud de Zapatero para con el estatut. Claro que no soy nadie en estas cuestiones, y tomando en cuenta la distancia y el tiempo transcurrido, aún así, se podría decir que Zapatero se aprovechó sacando réditos políticos de una cuestión que sabía que no saldría adelante. Repito: es una falta, por mi parte, este juicio de valor.

Pero de la misma forma dudo que desde Cataluña se creyeran en realidad que la redacción, tal cual, era viable. Si, manejo muchas variables.

El tono usado por los catalanistas me ha sonado altanero, arrogante, pero sobretodo peligrosamente amenazante. Ya nos vamos al extremismo. Pero no son los únicos. Los que ahora esconden la mano a sabiendas que abrir la boca es restar cuantía electoral en Cataluña, han sido los primeros que enaltecieron la unidad de la patria contra esa obra estatutaria. Dicho de algún modo. Este es otro extremismo, en su momento amenazante y catastrofista.

En la prensa nacional describieron la actitud de la editorial conjunta como un atentado al espíritu del pacto de todos los actores del trabajo de la época de la transición. Cierto. Pero también lo es que la salida de tono de, entre otros, la derecha española, también atenta contra ese espíritu. Y eso sin contar con la mencionada maquiavélica actuación de gobierno en la negociación del estatut. Que solo es maquiavélico el inteligente, sino, es potra.

Y a lo que iba. Todo esto me parece peligroso. Se está caldeando la opinión. Y se está entrando en disputas dualistas. Supongo, espero, que esto no sea una crispación montada para beneficio de una polarización de la opinión. Eso sería entrar en situaciones que deberíamos haber superado, heridas que la mentada transición intentó comenzar a curar. ¿O es que algún bando ha tenido verdadera voluntad conciliadora-democrática en este tema?

Viñetas de Diario de Mallorca y El Mundo del 29-11-09

Pablo Mora

jackmcampos@gmail.com

jueves, 19 de noviembre de 2009

EL MURO GLOBALIZADO

A los políticos del mundo se les ha llenado la boca con la exaltación de la celebración de los 20 años de la caída del muro de la vergüenza. Un acontecimiento que no han dudado aprovechar para la foto. Incluso para colgarse medallas han reaparecido George Bush padre, Mijaíl Gorbachov y Helmut Kohl. Pero ninguno quiere señalar los cerca de 18000 kilómetros de vallas y muros que siguen hoy en día separando pueblos.

Hay que recordar que existen en el mundo los otros “muros”: los 2700 kilómetros que cercan a los Saharauis de Marruecos, los mas de 1000 de la frontera USA- México, Mozambique con Sudáfrica, Kuwait con Irak, Corea del Norte con China, el aislamiento Palestino en Israel, India contra Pakistán, Pakistán contra Afganistán, Tailandia contra Malasia, Arabia Saudí contra Yemen.

Pero en casa también tenemos ejemplos dónde mirar. La Unión Europea tiene méritos para la vergüenza: La división de Chipre y el muro de Papua (el muro más pequeño con 85 metros). Y en España las vallas de 8 kilómetros de Ceuta y los 12 de Melilla. Benditos seamos.

Claro. Estos son solo los muros físicos. Pero habría que hablar de las barreras legales con las que se pretende proteger el mundo occidental. Muestra de la doble moral con la que nos aleccionan nuestra masa gobernante.

Para que nos demos cuenta del fracaso de nuestra civilización, desde la caída de Muro de Berlín casi se ha sextuplicado el número de kilómetros de muros en el mundo. Hemos pasado de 3068 a 18000 kilómetros. Eso si que es una vergüenza.

Pablo Mora

jackmcampos@gmail.com



Viñeta de Ernesto Rodera publicada en ADN el 7-11-07